Volcanes que surgen de la nada o que entran en erupción lejos de los límites de las placas tectónicas. ¿Qué ha pasado bajo nuestros pies para que se produzcan estos drásticos cambios en el paisaje? Científicos norteamericanos afirman que algunas montañas, entre ellas el sur de la Meseta Central española y otros ejemplos del Mediterráneo, pueden crecer por la presión del manto semilíquido de la Tierra, que empuja la corteza terrestre desde abajo.
El ascenso y el hundimiento de diferentes puntos de la Tierra no se limita a la ubicación exacta del límite de placas. La actividad tectónica puede producirse lejos.
Los científicos ya habían relacionado previamente el manto y el vulcanismo, pero este es el primer estudio que propone la conexión con los «cinturones móviles». Becker y su colaborador Claudio Faccenna, de la Universidad de Roma, creen que el manto que se hunde en el límite de las placas fluye de regreso más rápido, empujando la corteza y causando una elevación y un movimiento de la corteza que incluso puede ser detectada por los GPS. Este lento pero inexorable movimiento puede desplazar montañas, tanto gradualmente como por terremotos o erupciones. El estudio ha identificado dos cadenas montañosas formadas casi en su totalidad por el flujo del manto: El sur de la Meseta Central española y el Macizo Central francés.
Jose Aguilar Alfaro 2ºC
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