martes, 7 de junio de 2011

Nueva especie de avispa allada en Teruel.

El yacimiento de ámbar del Cretácico de Teruel, ha revelado la existencia de una nueva familia de avispas diminutas que podrían tener la clave de la evolución de estos insectos. Se trata de un ejemplar de la especie 'Galloromma turolensis', que junto con otro encontrado en Álava, forman parte de una nueva familia bautizada como 'Alavarommatidae', en honor de esta última provincia.

El hallazgo de la 'G. turolensis' tuvo lugar en las excavaciones de 2007, pero han sido necesarios varios años para preparar el ámbar en el que se encontraba y poder determinar que se trataba de un raro grupo de diminutas avispas llamadas 'mimarommatoideas'. Se trata de insectos tan diminutos que apenas son visibles a simple vista (apenas medio milímetro) y que quedaron atrapados en la resina de los árboles prehistóricos hasta nuestros días.

Jaime Ortega, de la Universidad de Barcelona y uno de los paleontólogos que ha participado en el hallazgo, aporta que el ambar puede tener unos 110 millones de años

Se trata de un ejemplar con alas y que, al contrario que otros de su grupo, no tiene largos pelos en el margen, sino que son muy cortos. "Es muy interesante porque es una familia intermedia entre otras dos que ya se conocían y comparte características que unen a una con la otra",

De momento de esta nueva familia sólo se tienen los dos ejemplares encontrados en Sant Just y en Álava, por lo que no se sabe el tiempo que pervivió en el planeta antes de su extinción. Esta especie puede ser muy beneficiosa ya que se relaciona con la avispa y destruyen los huevos de otros insectos que pudes ser peligrosos para los cultivos. "Por ello pueden usarse en bioagricultura pra controlar las plagas.

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