Este artículo amplia el ya publicado en este blog por Julia, profundiza en sus argumentos y trata de responder a los comentarios realizados por algunos lectores, a los que agradezco sus comentarios.
La Homeopatía se basa en tres leyes fundamentales a saber:
Algo que produce en una persona sana los mismos síntomas que una enfermedad es capaz de curarla.
La capacidad de curar de cierta sustancia aumenta con su dilución, es decir, con las veces que la mezclamos con un disolvente. Nótese que esto implica que su capacidad curativa aumenta cuanto menor es la cantidad de sustancia (a la que llamaremos principio activo) que está presente en el preparado.
El disolvente “recuerda” las propiedades curativas del principio activo con el que ha estado en contacto. Como quiera que el disolvente mas usado es el agua, los homeópatas lo llaman la “memoria del agua”, pero recuérdese que es aplicable al alcohol (si éste es el diluyente usado) o el excipiente si son pastillas homeopáticas.
Supongamos que la primera afirmación fuese válida (que no lo es): ¿qué ocurre con las otras dos leyes?.
La segunda ley va en contra del mas elemental sentido común y de nuestra experiencia cotidiana. Los síntomas o sensaciones que cualquier sustancia provoca en nuestro organismo disminuyen con la cantidad de la sustancia, nunca al revés. ¿Por qué un remedio homeopático iba a ser diferente?. ¿es razonable que se potencien los efectos al disminuir la cantidad de la sustancia que los provoca?.
Los homeópatas llegan al absurdo de utilizar remedios que carecen de cantidad alguna de principio activo. Por ejemplo, si se usa un principio activo de 2 gramos de calcio y se hace un preparado 23X (lo que significa que se diluye una parte en 9 de disolvente, se agita y se repite la operación con la disolución resultante 22 veces mas) obtendremos una disolución ( o pastilla o lo que quiera que usen) que tiene 3 átomos de calcio.
Si la disolución es 30X, tendremos una probabilidad entre un millón de tener un átomo de calcio, lo que significa que solo una de cada millón de pastillas tiene un átomo de calcio; las demás no tienen absolutamente nada de calcio.
Esta último resultado no es un afirmación, es un hecho real admitido por los propios homeópatas que recurren a la memoria del agua para salvar el terrible fallo argumental.
Pero la memoria del agua es un argumento muy pobre, ridículo. Hay que pensar que las moléculas del disolvente han estado en contacto con muchas otras sustancias aparte del principio activo; por lo que, potencialmente, pueden curar sin disolver nada cualquier enfermedad. ¿Por qué un preparado para el insomnio no puede curar la silicosis si el disolvente ha estado en contacto con el vidrio del recipiente?. Recordemos que partículas del vidrio producen en personas sanas los mismos efectos que la silicosis. Si lo pensamos bien el gua ,disolvente universal, habrá estado en contacto y diluido tantas sustancias que lo curaría todo.
Por fin hay que recordar que no existen estudios científicos publicados en revistas científicas que avalen las tesis homeopáticas, lo que la relega al mismo puesto que otras supuestas técnicas curativas alternativas como la imposición de manos.
Entonces.. ¿por qué parece funcionar la homeopatía?. No voy a insistir en el llamado efecto placebo, pues si alguien está convencido que la homeopatía funciona en animales nunca lo admitirá como argumento.
La respuesta al dilema es mas sencilla todavía: simplemente el cuerpo se cura a si mismo. Si tenemos gastroenteritis y no tomamos ningún medicamento, seguro que terminaremos por curarnos. Exactamente lo mismo que si tomamos un remedio homeopático: nos curaremos igual (pues como hemos dicho el remedio no contiene ninguna sustancia que cura, no tiene nada mas que disolvente) pero con un poco de mejor ánimo ya que creemos que nos curaremos. Este argumento era especialmente válido en la época en la que Hahnemann diseñó estas prácticas: la alternativa a no hacer nada (tomar pastillas homeopáticas) era mejor que las purgas o las sangrías, que afectaban mucho al enfermo y mermaban su salud y sus posibilidades de una pronta recuperación.
Pensemos por último, que cuando la enfermedad es grave o se agrava, todos los pacientes acaban en hospitales recurriendo a la medicina “científica” y oficial.... ¿no es esto claramente indicativo de la vacuidad de la homeopatía?.
Espero vuestros comentarios pero pido a nuestros lectores que no argumenten usando palabras oscuras carentes de significado (¿qué es eso de la energía del remedio?) y aporten pruebas, razones y citas de artículos serios.
Por mi parte indico referencias serias sobre este asunto.
http://www.arp-sapc.org/articulos/homeopatia/critica_homeopat%EDa.html
http://www.acahf.org.au/articles/homeopathy1.htm
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